jueves, 4 de septiembre de 2008

Bs As La Plata Donantes- verdades de oro





El Dr Margheritis flamante abuelo de una tierna beba que dona el excedente de leche de madre para el banco de leche, asi es como el entorno familiar colabora. Una mamá y familia generosos que donan amor en gotas de leche!!!
Mil Felicitaciones a la familia en pleno!!!










La verdad me tomé el atrevimiento de copiar este mensaje de la lista de galamargentina@gruposyahoo.com pues es lo más cercano a la verdad, el oro lo tienen los bebés que toman la leche donada.
Muchas gracias a estas lideres

Hola Mónica!!
Esa misma emoción sentí yo cuando recibí las primeras donaciones.
Ya fueron varios litros al Banco. Aproveché a sacarle fotos que les envío, ya que mañana viene Gus a retirarlas.
La última vez que pasó, solo pudo llevarse la 2/3 parte de lo que tenía guardada. No le cabía en su heladera portátil. Tenía un cajón y medio completos de leche. Mañana se llevará la donación de 5 madres. Algunas ya han venido varias veces y su bb tiene 8 meses. Un par lamentablemente no pudieron seguir, porque sus bb habían fallecido, pero sintieron que no fue inútil el esfuerzo, si pueden ayudar.
Hay bb de 600 gramos que reciben esa leche.
Un cariño.
Bárbara C.
LLLA
Queridas chicas:
El sábado estando en el Dpto. de Bárbara, donde nos juntamos para hacer en Excel que tiene que ver con LLLA, pude ver en su freezer realmente el ORO LIQUIDO, en vivo y en directo!!!!! .
Como algunas de ustedes saben, a ella recurren las madres que donan su leche para el Banco de leche de La Plata y luego el Doctor Sager pasa por allí a buscar todos los recipientes llenos de VIDA, ORO BLANCO.
SENTÌ MUCHA EMOCIÒN!!!! AL VER ESOS ENVASES LLENOS DE LECHE DE MADRE DESTINADOS A NIÑOS QUE ELLAS NO CONOCEN Y QUE SEGURAMENTE NO VERÀN NUNCA PERO INTERIORMENTE SABEN QUE ESTÀN CONTRIBUYENDO A LA SALVACIÒN DE MUCHOS DE ELLOS.

Besos:
Mónica C.

http://www.eldia.com.ar/catalogo/20081019/informaciongeneral30.htm

Los sueños, emociones y desafíos en el día a día de una maternidad
La del Policlínico atiende 3.000 partos anuales. Cómo se vive una jornada en el servicio

Se llaman Obdulia, Laura, Esther, Ludmila. No se conocen, pero coinciden, en distintas habitaciones de la Maternidad del Policlínico San Martín, en compartir el momento sublime de dar a luz. Unas por primera vez. Otras, que vuelven a hacerlo, encuentran que cada alumbramiento tiene algo diferente, algo que lo hace especial. Para Obdulia (27), esta vez fue la sorpresa. Porque poco antes del parto se enteró por los estudios que no esperaba un sólo hijo, sino mellizos que le imprimieron a su vida una alegría nueva. Para Laura, que fue mamá por primera vez a los 19, volver a serlo a los 35 representa una experiencia totalmente distinta: "me parece que es la edad ideal para disfrutar más el embarazo y el parto, porque una está más madura y ya superó determinados miedos y ansiedades". Para Esther (30), madre de seis hijos y que durante cuatro años no dio a luz, la clave de este parto fue superar un miedo que no esperaba pero que de a poco va dejando atrás. Para Ludmila, lo único que importa es volver a casa con su hijito recién nacido: "lo están esperando sus papás, sus hermanos, sus abuelos. Va a ser el juguete de todos", dice feliz.

Obdulia, Laura, Esther y Ludmila son platenses y protagonistas de cuatro de las miles de historias que guarda la maternidad del Policlínico General San Martín, donde anualmente se atienden más de 3.000 partos y es centro de referencia a nivel provincial en la atención de mamás y bebés en riesgo.

Basta permanecer durante unas horas en el servicio, dialogar con los profesionales que allí se desempeñan y recorrer las distintas dependencias para asomarse a una realidad cotidiana que, en este Día de la Madre, adquiere una significación especial.

"La maternidad del Policlínico es un lugar de alto tránsito de pacientes que, a diferencia de otros servicios semejantes que se encuentran en la Región, especializados en tocoginecología, es un centro de atención perinatal que reúne a obstetras y neonatólogos y referencia para mamás y bebés de riesgo en toda la Provincia, adonde llegan pacientes de la ciudad, del Gran La Plata, del conurbano y del interior bonaerense", indica el jefe del área, Mario Lovisutto.
Qué implica madres y bebés en riesgo?: "mujeres que tienen distintas patologías, como hipertensión, diabetes o que presentan ruptura prematura de membrana. En el caso de los chicos son aquellos que manifiestan tendencias al retardo en el crecimiento", explica Lovisutto.

El servicio es, además, una ventana a distintas realidades sociales de impacto creciente en los últimos años: la maternidad adolescente, la llegada al momento del parto con un insuficiente control del embarazo (situación que se produce en un alto porcentaje de casos, que oscila entre el 40 y el 50%), las carencias que muchas veces enfrentan las madres en su medio social y el aumento de la incidencia de las infecciones genitourinarias (de alrededor del 15% en los últimos cinco años), son algunas de ellas.

Además de esos problemas, los profesionales afectados al servicio deben enfrentar otras realidades, ya convertidas en clásicos, como la de las madres poco informadas o condicionadas por mitos relacionados tanto a la sexualidad como al cuidado del bebé. "Un ejemplo típico es el de la creencia de que a los chicos recién nacidos se les pueden dar de tomar caldos o distintos tipos de té. Nosotros acá asesoramos a las mamás y promovemos la lactancia materna", dicen los profesionales consultados.

Y para enfrentar ese y otros desafíos, establecer vínculos fuertes con las pacientes en internaciones que, en promedio no exceden las 72 horas, aparece como una herramienta considerada fundamental, según destaca Ana María Pitto, una de las profesionales afectadas al servicio, donde médicos, psicólogos y asistentes sociales controlan la salud de mamás y bebés, asisten el post-parto y asesoran a las madres en todo lo que tiene que ver con el cuidado de su hijo.

EMOCIONES INTENSAS

En los 29 años que lleva trabajando como enfermera en la maternidad del Hospital, María Eva Suárez reconoce haber vivido emociones intensas. Le tocó correr de un lado a otro sin respiro en jornadas fatídicas con 40 partos, alegrarse cuando alguna mamá atendida muchos años atrás volvió a la Maternidad para saludarla y conmoverse con esas historias que, no por repetidas resultan menos conmovedoras.
La doctora Graciela Ramos, del área de neonatología, recuerda una de ellas: "una vez llegó a la maternidad una estudiante adolescente que hasta el momento del parto había ocultado su embarazo a sus allegados. Cuando tuvo al bebé nos contó su situación personal y se negaba a ver al nene. Decía que no podía ni mirarlo y casi enseguida empezaba a enumerar todos los problemas que le esperaban: contarle la verdad a sus padres que estaban lejos, en su ciudad natal y a su hermana que vivía con ella pero no sabía nada, entre otros. Pero seguía sin querer ver al bebé. Hasta que se acercó una asistente social y le contó su experiencia personal: a ella le había pasado lo mismo. Y hasta ese mismo día vivía feliz junto a su hijo. De a poco y después de varias conversaciones, la chica fue cambiando de actitud. Quiso ver al bebé, lo aceptó y se comunicó con sus padres, que se comprometieron a apoyarla. A todos nos reconfortó el final de esa historia".

La enfermera María Eva recuerda otra: la de una madre cuyo bebé prematuro estaba en terapia intensiva cuando las mamás no podían visitar a los bebés que estaban graves. "Entonces era yo la que iba cada día a cuidar al nene. La mamita me esperaba en la habitación, recibía mis noticias, lloraba y decía 'vos sos la mamá, porque lo cambiás y te ocupás de él', pero yo le explicaba que no era así y que en pocos días iba a poder disfrutar de su hijo. Así sucedió y los dos, madre e hijo, me visitaron durante mucho tiempo. Hasta que el chico tuvo unos 7 años aparecían por la maternidad a saludarme y agradecerme".

Se escuchan también historias solidarias. Como la de la mamá que recientemente donó 60 litros de leche para el Banco que funciona en el mismo hospital. Y otras, montones de otras historias que resumen el sentimiento de las madres durante un momento tan especial. Son la que aparecen en centenares de grafitis, escritos en paredes aledañas, que celebran de manera espontánea -y para algunos polémica- la llegada de los chicos al mundo.